Hace sólo unas semanas tuvimos la oportunidad de disfrutar de uno de los lanzamientos más esperados del año, Total War: Warhammer 3. La tercera parte del juego desarrollado por The Creative Assembly ya está entre nosotros después de un largo desarrollo y una fase de prueba extensa para la prensa especializada.
Si eres de los que está entrando por primera vez en el apasionante universo de Total War (tanto en videojuegos como miniaturas), presta atención a este post, que seguramente te interese: aquí van las mejores tácticas para alguien novato (o no tan novato) en Total War: Warhammer 3.
Elige bien tu facción
Empecemos con lo más básico, pero a su vez… no tan básico: saber elegir bien la facción. En Total War: Warhammer 3 tenemos un total de ocho facciones diferentes: Kislev, Khorne, Slaanesh, Nurgle, Tzeentch, Reinos Ogros, Gran Catai y Demonios del Caos. Aunque pueda parecer indiferente, cada facción posee sus propias reglas, lo que se traduce en que algunas son más fáciles de manejar que otras. Y aquí es donde queremos entrar en detalle.
Nuestra recomendación es que empieces con una facción equilibrada, y esa tiene nombre: Kislev. Esta campaña, que cuenta con los humanos como protagonistas, posee mecánicas jugables muy equilibradas en todos los aspectos, tanto en el militar como el burocrático. Es ideal para empezar a jugar a Total War: Warhammer 3 por primera vez y luego ya dar el salto a otras más complejas (y que no son tan equilibradas en todos los campos). Por tanto, apunta bien esta primera recomendación.
La distinción de planos
Cuando uno llega a Total War por primera vez, debe tener en cuenta que este juego de estrategia está compuesto por dos planos bien diferenciados. El primero de ellos es el diplomático y/o burocrático, es decir, no hay que mover a nuestro ejército, sino saber tomar buenas decisiones como político. Podemos avanzar en un amplio tablero, por supuesto, pero la clave está en saber gestionar los recursos de nuestra facción. Nuestra recomendación: la mejor pelea es aquella que no se libra. Intenta gestionar siempre por la vía pacífica cualquier acto. Que la resolución sea firmar un acuerdo.
No obstante, esto anterior no siempre se puede cumplir, y aquí es donde entran en juego otros conceptos. Nuestro consejo es que vigiles todo lo relacionado con la moral de las tropas, así como su energía. Si tienes al ejército descontento o con falta de fuerzas, las batallas que libres posteriormente van a ser muy duras. Pero repetimos: la mejor táctica es no tener batalla.
Arqueros, a la retaguardia
No siempre vas a llegar a buen puerto de manera diplomática. Hay facciones que no van a querer negociar y tendrás que ir a la guerra sí o sí. En este caso, el juego activa el segundo plano del que hablábamos antes, que es el militar o el de mover a las tropas en el campo de batalla.
La mejor estrategia no sólo para este Total War, sino para cualquiera que juegues de ahora en adelante, es que sitúes a las unidades a distancia en la retaguardia. Los arqueros suelen ser las piezas por defecto con mayor rango y, a su vez, las más habituales (aunque hay otras a distancia). Recuerda colocarlas detrás de la infantería o unidades pesadas. Los arqueros son frágiles -mucho- y mueren muy rápido, pero a cambio tienen una distancia de tiro muy larga que es perfecta para abatir a muchos soldados antes de que entren en batalla.
Así mismo, las condiciones del terreno también afectan a los arqueros. Si el ejército en general se coloca en una zona boscosa o con posibilidad de emboscada, el éxito de la batalla asciende. Por tanto, escóndete y ataca sólo cuando estén dentro de tu línea de tiro. Además, si la posición del terreno es elevada, esto facilita todavía más que la batalla salga bien.
Caballos, a los flancos
Las unidades mecanizadas o con bestias/caballos son muy fuertes… si se saben usar bien. Si las lanzas directamente contra piqueros o alabarderos, vas a morir en cuestión de segundos. Por esta razón, a la hora de recurrir a unidades con montura nuestra recomendación es que visiones bien el terreno de combate.
Por lo general, en los Total War solemos apartar a los caballos y llevarlos a los flancos. Esto nos permite atacar por el lateral o incluso a la retaguardia del enemigo, donde están los arqueros. Gracias a este movimiento, las unidades a distancia ya no causarán tanto daño, además de poder encerrar al enemigo en un imaginario círculo.
Sobra decir que lanzar a las unidades de montura de manera directa contra el ejército rival no es una buena técnica. Lo mejor es esperar, estudiar el terreno y ver cómo se comporta la otra formación.
Los héroes, la bala adicional
Hace ya tiempo que Total War introdujo los denominados “héroes/señores” para potenciar las batallas. Tras ellos se esconde un tipo de unidad prácticamente inmortal, y decimos “prácticamente” porque aunque son muy duros de pelar, sí que pueden morir si no se les cuida en demasía.
Los héroes son unidades especiales que tiene cada facción. Estos poseen poderes especiales, así como una fuerza muy superior a la del resto de unidades. Los héroes son perfectos para decantar la balanza de la batalla para un lado u otro, pero aquí viene el “truco” también: cuidado con lanzarlos a la guerra sin más.
Los héroes deben ser siempre los últimos en caer para que te puedan solucionar esa contienda en particular. Además, otorgan moral y fortaleza a las tropas de tu alrededor, así como una serie de estadísticas que te ayudarán a combatir al enemigo (cada uno tiene las suyas propias).
La mejor estrategia, la sensatez
Hasta aquí una breve guía rápida con las mejores estrategias para Total War: Warhammer 3. Piensa que al finalizar cada batalla podrás realizar una acción con el ejército rival. Nuestra recomendación es que integres las tropas de los rivales dentro de tus filas para reponer las pérdidas que te hayan ocasionado.
